Los trabajos de este chow pandémico son producto del encierro. No planeé ni pensé hacer una serie de trabajos temáticos, menos exponerlos en un espacio cultural, ya que vi que se venía el sofocón. Como pensé que el encierro sería por un tiempo indeterminado me puse a trabajar sin una meta, solo dejándome llevar por el telar, los pinceles, el metal y los materiales que tengo en el taller donde trabajo.

Cuando pinté el baúl pensé que podría contemporaneizar elementos del arte popular tradicional dándoles un sentido en nuestra realidad presente. La serpiente la usé como símbolo de resistencia a lo que nos está sucediendo y a lo que desconocemos de todo este pedo que vivimos. Muchas cosas  no sabemos y no están claras del todo, pues parece que  nos dejaron en calidad de piezas menores de un juego de ajedrez a nivel mundial, especialmente a la población pobre, anciana, prieta (¿raro no?) dejándonos metidos en casa para que no nos coma el coco.

Estos trabajos no estuvieron planeados, solamente los realicé ayudado por mi subconsciente que conozco poco y le tengo confianza. El resultado parece que está mejor que si lo hubiera planeado.

No le pedí al crítico de arte de moda en este rancho[1] que me escribiera un texto para mis trabajos porque mi economía anda volando bajo, y él cobra por loa[2] y cobra bien. Además luego ni le entiende uno a sus pinches metáforas, igualmente en este rancho no hay críticos de arte serios. En vez de eso preferí escribir este texto, pensando que el verdadero crítico es el público que ve y decide si le gusta mi trabajo.

Un abrazo y que dios nos coja confesados… ¿o ya lo hizo?

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Adrián Gómez, junio 2020, Mártires de Río Blanco, Oaxaca. 

 

[1] Ciudad de Oaxaca

[2] Expresión o discurso con que se alaban las cualidades o los méritos de una persona o una cosa. En el lenguaje popular es estar de lamepatas

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Fotografías: Inari Resendiz

Edición de fotografías: Rodrigo Treviño y Ebony Bailey